Buenos días! Ya es la hora de comer y 24zanahorias os trae hoy un plato muy sencillo y lleno de nutrientes con un ingrediente principal muy típico de nuestras costas, el mejillón. Os sugeriremos una forma de cocinarlos muy sencilla y revisaremos sus propiededes nutricionales y los efectos que su consumo tiene sobre nuestra salud.
Los mejillones se pueden cocinar de infinitas maneras, pero son probablemente las más sencillas las que nos gustan más, las que hacen que el mejillón, su sabor a mar y su textura tengan todo el protagonismo que se merece.
Para esta receta hemos usado:
- Mejillones frescos en su concha
- Ajo
- Cebolla o cebolleta
- Apio
- Zanahoria
- Aceite de oliva virgen extra , pimienta negra recién molida y perejil de hoja plana.
Comenzamos por lavar muy bien los mejillones, rascar su concha y retirar con la ayuda de un cuchillo y un estropajo de metal los restos de suciedad, barbas y otras pequeñas conchas que pudieran estar adheridas a los mejillones, desechando cualquiera que pudiera estar roto o abierto. Una vez limpios los reservamos y pasamos a lavar y picar muy finamente en brunoise el ajo, la cebolleta, la zanahoria y el apio. Rehogamos las verduras en 2 cucharadas de aceite de oliva en una cazuela tipo sauté y cuando estén listas incorporamos los mejillones limpios colocando la tapa. En pocos minutos los mejillones se abrirán y se cocinarán con el vapor de su propio jugo haciendo que el resultado sea un plato con un sabor muy natural que podemos potenciar con una pizca de pimienta negra y abundante perejil picado.
Los mejillones o mitílidos ( Mitilidae ) son una familia de moluscos bivalvos de gran interés nutricional y gastronómico. En cuanto al aspecto nutricional, destacan por su contenido en yodo ( buen funcionamiento de los tejidos muscular y nervioso y desarrollo adecuado de la glándula tiroidea ), selenio ( antioxidante y estimulante del sistema inmune ), vitamina B12 ( mantenimiento de la mielina, síntesis de neurotransmisores, sistema nervioso, cerebro y corazón ), hierro ( síntesis de hemoglobina ), sodio, agua, fósforo y zinc ( formación de huesos y dientes ) y silicio ( es el marisco con mayor contenido en este elemento no metálico lo que lo hace interesante para la salud ósea ) y en menor medida por su contenido en proteínas, potasio, vitamina A, otras vitaminas del complejo B ( vitamina B2, B3, B6, B9 ) , vitamina C, vitamina E, calcio, magnesio, ácidos grasos saturados , mono y poliinsaturados, retinol, muy poca grasa y bajos en cuanto a contenido calórico.
La popularidad de los mejillones ha crecido en las últimas décadas debido a la presencia en los mismos de compuestos bioactivos que tienen efectos positivos en la salud de los humanos. España es el mayor productor a nivel europeo y el segundo a nivel mundial, con una producción cercana a las 200.000 ton. por año. Fue a finales del siglo XX que la producción en las localizaciones tradicionales de Europa se estancó ya que alcanzaron su capacidad máxima productiva. A pesar del alto potencial de la acuicultura en mar abierto, factores como las diferentes condiciones hidrográficas, las tecnologías usadas, etc. pueden promover cambios en el propio crecimiento y en la composición nutricional de los mejillones, lo que también influye en la calidad percibida por los consumidores. Existen estudios que han relacionado los atributos sensoriales con el contenido nutricional del mejillón; podréis ampliar información en este link a través de un estudio realizado recientemente en las costas gallegas y portuguesas.
Evitar la llegada de toxinas al consumidor final es posible gracias a los controles que se efectúan en los bancos y bateas, cerrando la extracción antes de que se rebasen los niveles de seguridad. El proceso de depuración, a pesar de no afectar a las toxinas, es crucial para garantizar la seguridad alimentaria de los moluscos que consumimos. La necesidad de depurar se origina en el propio hábitat y en el tipo de alimentación que tienen los moluscos. Es en ese medio que consiguen nutrientes pero se pueden contaminar al mismo tiempo con diferentes bacterias, toxinas o la simple arena. Las recomendaciones básicas en este aspecto serían el no consumir molusco no depurado ( salvo procedente de una zona A ), no ingerir crudo y mantener la temperatura de refrigeración hasta su consumo.
En términos generales la mayor parte de las especies marinas no deberían suponer ningún efecto adverso para la salud de los consumidores, pero en cualquier caso el tipo de pescado/marisco/molusco, la frecuencia de consumo y el tamaño de la ración son aspectos fundamentales para poder equilibrar los beneficios que tienen sobre nuestra salud y los riesgos de su consumo de forma regular.
Y a vosotros, os gustan los mejillones? Esperamos que esta receta os agrade y os animéis a hacerla! Gracias por seguirnos.
Tiene una pinta buenísima, y las fotos te han salido espectaculares!!!!
Me apunto la receta, porque acabo de venir de Galicia, tierra de mejillones, y tengo ganas de cocinarlos 🙂
Un abrazo!
cookingexperiences.wordpress.com
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Hola Alberto! Muchas gracias por el comentario!, espero que hayas disfrutado mucho esa estancia en Galicia, la verdad que no podemos quejarnos de esta gastronomía y materia prima fantástica que tenemos! Un abrazo.
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