Buenos días! Tenemos a la vista unos días de descanso y para los que sigáis merodeando por la cocina, hoy os traigo un entrante o tentempié que a mí particularmente me encanta ¿Por qué? pues por la combinación de texturas, cremosa y crujiente, por los productos de temporada que usamos y porque ya van apeteciendo este tipo de platos más frescos. Si sigues leyendo, te cuento cómo elaborar este hummus con vegetales o ensalada sobre hummus, como quieras llamarlo, si es que a veces uno se pone a crear y salen cosas así…así de buenas!!!! ;D
El hummus es una receta muy antigua y popular en todos los países de Oriente medio. Hummus significa en Árabe garbanzo, y los garbanzos son de hecho la base de la receta. Habitualmente en la mezcla se incluye tahín, tahini o tahina, que es una pasta hecha con semillas de sésamo, para mi gusto, delicioso!
Necesitamos:
- 400 gr. de garbanzos cocidos (o 200g. de alubia blanca+200g. de garbanzo)
- el zumo de 1 limón
- 1-2 dientes de ajo (al gusto)
- 1 cucharada de Tahini (pasta hecha a partir de semillas de sésamo molidas)
- 60 ml. de agua
- pizca de sal
- aceite de oliva virgen extra
Para esta receta utilizamos garbanzos ya cocidos (pueden ser en conserva o remojados y cocidos en casa). Si son en conserva, se lavan en agua fría y se escurren bien.
En la batidora de vaso se introducen los garbanzos, los ajos pelados, la sal, el zumo de limón, el agua y aproximadamente 3 cucharadas de aceite de oliva. Se tritura hasta obtener una crema suave.
Sobre el hummus vamos a colocar dos hortalizas aromáticas que me gustan mucho: medio bulbo de hinojo lavado y cortado en juliana fina y dos ramas de apio, también lavadas y picadas, a esto le añadimos unos granos de granada, que si bien no es la época, siempre compramos en grandes cantidades para que algunas nos duren hasta ya entrada la primavera. Os sorprenderéis de lo bien que se conservan los granos y de su característico sabor ácido y fresco, aún cuando la piel está seca y arrugada! También incluimos una picada de frutos secos como avellanas y nueces que previamente se pueden tostar para aumentar el aroma, pimienta negra molida, zumo de lima o limón y un hilo de aceite de oliva virgen extra.
El hinojo ( Foeniculum vulgare ) pertenece a la familia Apiaceae y tiene su origen en el sudoeste asiático y Mediterráneo, su estructura es fibrosa con hojas tiernas y plumosas. El hinojo dulce debe esa característica al compuesto fenólico anetol, que lo hace mucho más dulce aún que el azúcar de mesa, el mismo que proporciona su aroma tan característico al anís. El bulbo se usa como hortaliza aromática. Tanto el bulbo como los tallos y las hojas son comestibles. Os la recomendamos en cremas de verduras y purés, asado, rehogado o como hoy, fresco en ensalda. El hinojo es rico también en vitamina C, potasio, ácido fólico y fibra. Otros minerales presentes son el manganeso, el calcio, hierro, magnesio, fósforo y cobre. En sus hojas también se encuentra vitamina B1, B2, B3, B5 y B6. En los bulbos se encuentran asimismo ciertos flavonoides como rutina, quercetina y Kaempferol de tipo antioxidante.
El apio ( Apium graveolens ) e sun vegetal perteneciente a la familia de la Apiáceas y que se caracteriza por sus tallos largos, estriados y crujientes. Su mejor época es el invierno y la primavera, aunque lo podemos encontrar durante todo el año. Además de su característico aroma, la firmeza de sus tallos y el color verde claro brillante son signos de frescura. Su contenido calórico es muy bajo ( aprox. 14Kcal./100g.) debido a su alto contenido en agua, es rico además en minerales como el sodio y el potasio y también contiene vitaminas como la vitamina E, pro-vitamina A, vitamina C, beta-caroteno y folatos aunque no están presentes en grandes cantidades, en comparación con otras hortalizas. Se trata principalmente de un alimento refrescante y regulador con más posibilidades en la cocina de las que os podáis imaginar.
Si contáis con un poco más de tiempo, el hinojo puede macerarse durante 30 min junto a las especias, un poco de agua y el elemento ácido que usemos ya sea vinagre, limón, etc…para ello lo cortaremos casi haciendo un carpaccio, muy fino. En este caso queríamos aprovecharnos de su textura crujiente y por eso hemos añadido el aliño en el último momento.
Estas aromáticas soy consciente de que no son del agrado de todo el mundo, si es tu caso, pero te gustaría ampliar tu abanico de posibilidades ¿por qué no acompañarlas de otro plato cuyo sabor te agrade más, en este caso el hummus? ¿no os parece que a veces nos damos cuenta de lo que nos estábamos perdiendo hasta que descubrimos determinada combinación de alimentos en un plato?
Espero que os guste y os atreváis haciendo también vuestras propias aportaciones a esta sencilla sugerencia de hoy. Un abrazo, feliz descanso y nos vemos en el próximo post!