¡Buenos días! Como os prometí ayer, hoy os traigo una receta de un dulce vegano y sin gluten con sabor a fruta de la pasión. El maracuyá o parchita es una fruta deliciosa y exuberante tanto por su aroma como por su sabor tropical y que a mí, particularmente, siempre me recuerda al verano. Para conocer la receta solo tenéis que seguir leyendo…
Para la base:
- 3/4 taza de almendras crudas
- 1/2 taza de nueces de macadamia
- 1/2 taza de coco rallado
- 3 dátiles medjool
- 1 C. de ralladura de limón
- 1 c. de canela molida
Para el relleno:
- 2 tazas de anacardos crudos remojados en agua durante la noche y escurridos
- ½ taza de leche de coco enlatada
- ¼ taza de aceite de coco
- 1 dátil medjool
- 1 C. de zumo de limón
- las smeillas de 1/2 vaina de vainilla
- la pulpa de de 4-5 maracuyás
Comenzamos por forrar un molde rectangular o cuadrado (de unos 20X20 cm.) con papel vegetal y reservar.
Para hacer la base, utilizar el robot de cocina para triturar las almendras, las nueces de macadamia, el coco rallado, los dátiles sin hueso, la sal, la canela y la ralladura de limón. No es necesario que quede demasiado triturado, deben notarse los pequeños trocitos de los frutos secos. Presionar la base de forma uniforme contra el fondo del molde que teníamos forrado. Refrigerar entre 15 y 30 minutos.
En el mismo procesador de alimentos ya limpio, triturar todos los ingredientes del relleno, excepto la pulpa de maracuyá. Procesar durante 3-4 minutos, o hasta que la mezcla esté muy suave y cremosa. Raspar los lados con la ayuda de una espátula si fuera necesario.
Volcar el relleno sobre la base ya fría y alisar la parte superior con una espátula. Colocar en el congelador para que se endurezca un poco durante 30 minutos.
Partir los maracuyás a la mitad y con la ayuda de una cucharilla vaciar su pulpa sobre un colador. Recoger el jugo en un bol presionando la pulpa contra el colador. Traspasar el jugo a un cazo y reducir al fuego durante 3-5 minutos. El resultado será más denso que al comienzo y con el sabor y el aroma más concentrados. Si queremos hacer una presentación aún más atractiva podemos reincorporar las semillas a la pulpa. Enfriar ligeramente antes de verter sobre el relleno. Colocar nuestro cake en el refrigerador para que gane consistencia durante al menos 3 horas.
TIP: Si tiene poco tiempo, puedes remojar los anacardos en agua caliente durante 30 minutos-1 hora.
A pesar de solo llevar un dátil en el relleno, la combinación del anacardo, el coco y la vainilla resulta naturalmente dulce. La acidez y aromas del maracuyá combina a la perfección con el relleno dulce y cremoso y con la textura (con trocitos de frutos secos) de la base.
Ya sabéis que no suelo realizar estos platos habitualmente, que son muy calóricos aunque también densos a nivel nutricional y que los contemplo como alternativas a los dulces clásicos llenos de azúcar y harina refinadas. Una opción con la que contentar a veganos y no veganos, sin gluten, sin harinas, ni huevo ni lácteos.
Espero que os guste, no dejéis de comentar si os animáis a realizarla. Pensad que el maracuyá puede sustituirse por unos frutos rojos o fresas «derretidas» al fuego con un poquito de agua y unas gotas de limón. Estas o cualquier otra fruta que se os antoje. Un abrazo enorme y feliz semana!!!
Hola,
Muchas gracias por esta maravilla de receta. Una pregunta, en dónde consigues el maracuya?
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Me alegra que te haya gustado! lo consigo casi siempre en Portugal, vivo a media hora y es muy fácil encontrarlos además de estar buenísimos. Dependiendo de la temporada, Alcampo también los tiene, espero te sea de ayuda. Gracias por seguirme!!!
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